domingo, 13 de diciembre de 2009

Semana 6 - Parroquia de Santa Ana ***

Hoy visité la Parroquia de Santa Ana, a la cual no recuerdo haber entrado antes. Es una iglesia de piedra muy linda. Está rodeada de jardines, con unos arbustos que les dicen "bandera roja" que siempre están floreados. Por dentro tiene una estructura de madera expuesta, con candelabros de hierro forjado que junto a las paredes de piedra la hacen ver muy rústica y acogedora.

Como es el tercer domingo de adviento, el padre habló de que tenemos que dar gracias a Dios por todo lo que tenemos en nuestras vidas y, a la vez, lo más importante del periodo de adviento es vivirlo con un corazón feliz. Como la semana antepasada era Acción de Gracias y no escribí sobre eso en mi entrada de blog, voy a hacerlo ahora.

Querido Papá Dios (los que se leyeron el libro "The Shack", entenderán mejor por qué algunos le decimos "Papá" a Dios):

Gracias por...

1. Todo lo que me has dado, por lo que tengo y por lo que soy.

2. La familia tan linda que me escogiste. Por mi mamá y por mi papá. Esa mamá increíble, que me quiere y apoya y está siempre a mi lado. Es mi roca. Unos tíos maravillosos que me han enseñado tanto y con quienes me encanta compartir. Unos primos a los que quiero como hermanos. Abuelitos y abuelitas que tanto amor me han dado.

3. El esposo tan precioso que pusiste en mi camino. No es por alardear (y menos en este blog!), pero es el más guapo, encantador, inteligente, cariñoso, buen cocinero, chineador, etc., etc., etc... Y ME QUIERE!!! Yo a él lo amo. Es mi compañero y mi apoyo incondicional. Gracias por la linda casa que tenemos y por el hogar que hemos creado juntos. Es el lugar donde me siento feliz y segura, y donde quiero llegar al final del día.

4. La familia de mi esposo, con quien me siento tan a gusto y a quienes me ha encantado conocer. Por su hijo y la relación tan linda que tienen, que me demuestra lo buen padre que es.

5. Mis amigos, con los que he compartido tan lindos momentos y que me han apoyado siempre. Espero que sigamos juntos toda la vida y que también yo pueda ser un apoyo para ellos.

6. Mi trabajo, que poco a poco va caminando y creciendo. Por la oficina tan linda que tengo y por los lindos momentos que he pasado ahí y por los que vienen.

7. Todas las personas que pones cada día a mi lado, que me ayudan y a las que ayudo yo también.

8. Mi salud y la salud de mi familia y amigos.

9. Y finalmente, gracias porque ya falta una semana menos para que llegue nuestr@ hijit@ querid@!

jueves, 10 de diciembre de 2009

Semana 5 - Iglesia de Quepos **

Que linda es la vida en la playa, verdad?

El lunes regresé de la playa luego de un fin de semana de relajación total. La ansiedad desapareció, la colitis también y volví a mi vida cotidiana sitiéndome completamente renovada. Creo que debería comenzar a ir a la playa más seguido... sobre todo considerando que vivo en un país tropical donde podría ir todos los fines de semana si lo quisiera. Gracias a Dios viene el verano y planeo disfrutarlo al máximo, particularmente ahora que mi trabajo me permite esa flexibilidad, lo cual no ha sido así siempre.

Cuando le conté a una amiga que iba para Manuel Antonio, me sugirió ir a la playa del parque, ponerme mucho bloqueador solar y relajarme un rato dejando que mi cuerpo flotara en el mar. Siguiéndo su consejo, fui a la playa #3 del parque, me metí al agua y extendí los brazos, dejándome llevar por el vaivén de las olas. Las playas del parque de Manuel Antonio tienen una vegetación muy exhuberante y el mar es tan tranquilo que podría pasar por una piscina enorme. Ahí estuve varios minutos con los ojos cerrados, mientras le brindaba a mi cuerpo y a mi mente un espacio de paz absoluta, que resultó ser muy relajante y renovador. Es un must para cualquier persona que lo visite y se los haré saber de ahora en adelante.

Pasamos un fin de semana muy lindo, en compañía de la familia de mi esposo, con quienes yo no había compartido aún una vacación. Me sentí muy en familia y muy relajada, como no me sentía hace algún tiempo... creo que este tema de mi bebé me tenía muy consumida, pero ahora sé que no debo descuidar los otros aspectos de mi vida ni olvidarme de tomarme el tiempo para apreciar los pequeños detalles.

El domingo me alisté temprano y visité la iglesita de Quepos. Era el segundo domingo de adviento y tocaba enceder la segunda vela de la corona. La iglesia era mucho más grande de lo que imaginaba y estaba llena de ventiladores que dejaban pasar una brisa fresca. Al final de la misa, visité la capilla donde estaba el Santísimo y le pedí un deseo... ya para estas alturas ustedes sabrán cuál es :)