viernes, 22 de octubre de 2010

Semana 47 - Capilla Colegio Saint Francis **



Como menciona María Giachino en la última entrada de su blog http://www.espacionutricio.com/2010/10/reflexionando-sobre-la-fiv-aproposito.html; el investigador británico Robert G. Edwars recientemente ganó el Premio Nobel de Medicina 2010, por sus investigaciones sobre la fecundación in vitro (FIV). Si bien este procedimiento ha llegado a utilizarse en casos que realmente no se justifican -sea aquellos casos donde los futuros padres no tienen problemas de fertilidad, pero optan por la FIV para lograr el embarazo de forma rápida y más efectiva-; lo cierto es que este procedimiento ha servido para que muchas parejas con complicaciones médicas puedan realizar su sueño de ser padres.

En mi país, Costa Rica, la FIV no es permitida. Esto se debe a un voto de la Sala Constitucional que en algún momento consideró que este procedimiento atentaba contra la vida humana. A mí me da muchísima cólera que los magistrados de la Sala Constitucional no se hayan detenido a analizar las repercusiones que dicho fallo ha tenido sobre cientos de parejas costarricenses que han visto frustrado su derecho a una familia.

Lo cierto también es que los efectos de este fallo se han vuelto nugatorios para parejas que sí cuentan con los recursos económicos suficientes para viajar al exterior a realizarse el procedimiento. En esto también debo aclarar que el hecho de que una pareja sea sometida a la FIV, no quiere decir que automáticamente la mujer quedará embarazada. Hay muchas parejas que tienen que recurrir a múltiples procedimientos... y los recursos económicos pueden llegar a escasear. Es muy triste que las mujeres que vivimos en este país no tengamos TODAS la opción de la FIV. Para ello, estoy clara que se debe contar con personal médico con altos estándares de profesionalismo y ética, que puedan discernir cuando una pareja verdaderamente es elegible para este tipo de procedimiento u otros más.

Ojalá que los diputados y magistrados de este país, comenzando por aquellos que no tienen familia aún o que no saben si una hija o nieta en el futuro va a necesitar de algún procedimiento de fecundación asistida para lograr el embarazo, pudieran reconsiderar su posición.

Hay que romper el paradigma de que la ciencia es sólo buena para unas cosas, pero mala para otras. Además, la ciencia sólo puede llegar hasta un lugar... es luego la naturaleza y la mano de Dios la que decide si finalmente un embarazo se podrá lograr o no en circunstancias específicas.
Los que creemos en Dios, creemos que la FIV ha sido una maravillosa solución para millones de mujeres que hoy tienen a sus hijos en brazos... y que no lo hubiesen podido lograr de otra forma.

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